De hecho, es algo que tenemos en común todas y cada una de las personas.

Sigue leyendo porque voy a contarte cuál es la palabra favorita de TODAS las personas y cómo utilizarla para dar un servicio de gran calidad.



Dale Carnegie publicó un libro en 1936 que, a pesar de tener un título bastante feo, ha vendido más de 30 millones de ejemplares.

Se titula «Cómo ganar amigos e influir sobre las personas».

Es todo un clásico y no por casualidad.



En esta obra, Dale Carnegie nos enseña muchísimas cosas relacionadas con la importancia de preocuparte genuinamente por las personas.

Pero.

Entre todas sus enseñanzas, hay una muy simple y especialmente poderosa.

Dale nos dice que la palabra favorita de las personas es la misma.

Todas las personas.

Una misma palabra.

Nuestro nombre.

¿En serio?

Totalmente.

Y esto tiene una explicación muy sencilla.

Las personas necesitamos sentirnos aceptadas, importantes y queridas por los demás. Queremos sentirnos parte de la tribu.

Y esto para por recordar el nombre de las personas con las que hablas.

Nada de «oiga amigo» o «eh, tú».

No, no, no y no.



Si no recuerdas el nombre de un potencial cliente, puedes joder la venta.

Si no recuerdas el nombre de tu cliente, pierdes el vínculo emocional y lo pierdes a él.

Así que, una de las mejoras cosas que puedes hacer por ti y por tu negocio es recordar el nombre de las personas con las que trabajas.



Imagina que mandas un email que empieza con un «estimado cliente».

Menuda M.

Tienes que apelar a las personas que hay detrás de la pantalla, ya sabes, «querido Juan» o «estimado Pepito».

Hasta un «puñetero Felipe» suena mejor.



Si eres capaz de dirigirte a la gente por su nombre, verás como la calidad de las relaciones mejora una barbaridad.

Y todos los negocios son lo mismo en el fondo.

Personas.

Así que, si cuidas a las personas, cuidas el negocio.

Hazte un favor y recuerda las enseñanzas del gran Dale Carnegie:

«Sea calurosamente humano en todas sus relaciones con las personas. Si hace esto, ellos le querrán y le seguirán.»

Yo lo hago a diario. Al menos lo intento.

Y también hago otras cosas.

¿Ah sí?

Sí.

Mando un mail diario con consejos para escribir mejor copy y vender más con tu negocio. A veces también escribo de mis cosas, ya sabes, sobre mi pedrada particular.

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